OTRO FIC. HECHO POR NEM CHAN.. PARTE 2
Mientras ella sigue con una sonrisa sarcástica, y paraliza ante aquel guapo joven. –“Si no consigues esta noche a un chico, mañana invitaras el desayuno… comida y cena”- escucha las palabras de sus amigas en sus oídos. –“Están bromeando… este chico es demasiado joven par mi… Además, a mi me gustan más, los chicos intelectuales, que tomen la iniciativa y sean asertivos… De ninguna manera podría andar con este chico…”- pensaba –“La noche es joven, aún puedo salvarme del desayuno”- mientras el chico seguía hablando.
-Tal vez, tú y yo podríamos… -No terminó la frase al quedarse sorprendido al ver pararse a Roxán…
-Lo siento –mirándole directamente a esos ojos azules- eres un buen chico, pero… -cerró los ojos- no eres mi tipo –se retiro del bar, encaminándose a los baños. El chico quedó desconcertado.
-Qué fue lo que pasó? –pregunto una de las chicas, sorprendiendo por la espalda a Roxán, quien se encontraba lavándose la cara.
-Nada! –exclamó Roxán, con la misma sonrisa en su rostro.
-No sabes mentir –afirmo la chica, cerrando los ojos- cada vez que mientes te ríes de esa forma –volviendo a abrir los ojos.
-Me atrapaste, Michel –respondió Roxán con mucha sinceridad.
-¿Y…? ¿Qué fue lo que sucedió?
-Bueno, para empezar, él es muy joven para mí, seguro que apenas tendrá dieciocho años y además, a me gustan más los intelectuales.
-Vinimos al sprig break para divertirnos, no para buscar marido. ¿Entiendes?
-Si, ya lo se. Pero…
-Solo diviértete, ¿quieres?
-ahh –suspiró- sí –contesta sin mucho entusiasmo.
-Yo invitaré el desayuno mañana –dijo Michel, dio la media vuelta y salió del sanitario.
-Gracias Michel… -susurro.
Roxán salió más relajada del lugar y se acercó nuevamente al bar. Pidió varias copas y se acercó al joven que había rechazado. Michel y sus otras tres amigas le vigilaban desde lejos.
Esta vez fue Roxán, quién comenzó la platica.
-Hola
-Hola –contestó el chico.
-Disculpa lo de hace un momento, estaba preocupada.
-Ah, en serio? –Haciéndose del rogar.
-Si… -intentando remediar las cosas- no te pregunte tu nombre, ¿Cómo te llamas?
-Mi nombre?
-Sí!!
-Bueno, adivina.
-Vamos, dime.
-Mi nombre es Brian.
Y una hora después, de la platica…
-¿En tu cuarto o en el mío? –pregunto Brian.
-En el mío –respondió Roxán, tomándolo de la mano y encaminándose al elevador.
Ya en el elevador…
-Vaya, que el elevador es bastante lento –insinuó Roxán.
-Si que lo es –contestó el chico. Tomó el control de la situación. Jaló a Roxán contra la puerta del elevador y comenzó a besarla. Con cada roce de sus cuerpos la pasión iba en aumento. Las manos de Brian exploraban el cuerpo de Roxán. Roxán abría la camisa del chico como podía. Mientras el joven maestro, acariciaba sus senos con carias ligeras, besando su cuello. Roxán se aferraba al cuerpo del chico. Él, pronto le había quitado el bikini, la parte del sujetador; recorría con su mano derecha, su vientre hasta depositarla en su entrepierna, acariciando lentamente los bordes, luego de meter su dedo por aquel lugar. Mientras con la otra le acariciaba el pezón, cada vez con más fuerza. Su boca, de vez en cuando, se separaba de su cuello e iba a la boca de Roxán.
El elevador había llegado a su destino, y pronto los dos, se deslizaron hasta el cuarto de Roxán. Roxán siempre pensó, que quería a un hombre fuerte y decidido, por que creía que era masoquista, pero al estar con aquel joven, parecía lo contrario. Tal vez el hecho, que sabía exactamente que era mayor que él, le obligaba a tener las riendas.
Aventó al joven sobre la cama, el joven miraba extrañado a la chica y ella lo miraba con deseo, tal vez por la cantidad de copas que había consumido, tal vez, era su verdadera naturaleza. Fue hasta él y se sentó sobre su abdomen, desabrochando los últimos botones de su camisa.
Había terminado de desabrochar el último botón, miraba el abdomen del chico cuando…
-Me encanta, cuando una chica esta encima –dijo Brian, en forma de cumplido, intentando excitar más a Roxán. Pero la verdad, es que él quería estar encima.
-“Me encanta cuando estas encima” –Escucho Roxán, la voz de una chica. Inmediatamente, subió la mirada, del abdomen al rostro del chico. Fue cuando una imagen invadió su mente. Era aquella chica de la fotografía. Recostada sobre una cama, debajo de su cuerpo, con una sonrisa en su rostro, vestida con un pantalón negro, una playera blanca y una chaqueta de piel negra con una franja roja. Exactamente en la misma posición en que estaba con Brian. Tan solo fue un instante y volvió a la realidad, el joven se incorporo y comenzó a lamer los senos de Roxán, pero ella se encontraba desconcertada ante por tal ilusión, ya no sentía las caricias del joven, no podía pensar en otra cosa que no fuera aquella chica y las dos visiones que había visto. Tenía que hallar la respuesta, tenía que saber el ¿Por qué? De esas ilusiones. –¿Eran una predicción?, ¿Era solo mi imaginación?, ¿Conocí en algún momento a esta persona?- se preguntaba. Cuando la presión de un dedo intentando invadir su región más intima la regresó a la realidad.
–No!!! –Gritó Roxán, empujando al joven sobre la cama.
-Qué sucede? –pregunto molestó el joven.
CONTINUARA EN OTRA PAG.
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